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INCLUSIÓN EDUCATIVA

Tres miradas a la inclusión educativa

La primera es como madre de Diego, un joven con Síndrome de Down que, luego de haber sorprendido a su familia, maestros y amigos en su manejo diestro del óleo y el carboncillo, hoy busca hacerse un lugar en el mundo del arte. En tanto madre, me identifico plenamente con los padres y madres de los 8 alumnos del Quiñones, entiendo sus preocupaciones, siento sus angustias y sonrío con sus esperanzas. Ellos querían lo mejor para sus hijos y plantearon una integración con todas las de la ley. Nos dieron ejemplo de firmeza cuando de respetar los derechos y la dignidad humana se trata.
La segunda mirada es como especialista interesada en el tema, para la que el desenlace feliz de esta historia significa un enorme avance. En cuatro sentidos. 1. De un lado, siendo el tema de la inclusión no sólo nuevo, sino paradójicamente un tema excluido, se ha colocado en las primeras planas y se ha hecho un sitio en las agendas públicas. Esto es importante si recordamos que es un tema que tiene que abrirse paso, tocar la puerta y colocarse a contracorriente de muchas miradas tradicionales y conservadoras. 2. Pero, además, se ha planteado no sólo como agenda, sino como logro educativo, ya que la propuesta de inclusión piloto anunciada hoy por el Colegio Quiñones incluye un compromiso pedagógico de las autoridades, maestros y especialistas. Esto es muy importante si consideramos que, para el enfoque de educación inclusiva no se trata únicamente de que el alumno con discapacidad esté matriculado, sino que efectivamente aprenda, de acuerdo con su potencial y características, y que la escuela responsabilice de estos logros. 3. Adicionalmente, el enfoque de educación inclusiva involucra un trato digno al alumno integrado, sustentado en una mirada de igualdad sobre él, erradique todo tipo de subvaloración. Y, en esta perspectiva, la experiencia referida ha colocado muy en alto la dignidad y el respeto de los 8 alumnos de Kallpa, para los que se ha logrado un trato absolutamente igualitario como estudiantes de un mismo plantel. 4. El cambio educativo no es posible si no va acompañado de un cambio social y cultural, en este sentido, la demanda imperativa pero no suficientemente escuchada de reconocimiento por parte de un sector de la población del país, hoy se ve encarnada y simbolizada en los 8 alumnos de Kallpa. El Colegio FAP Quiñones escuchó esta demanda hace siete años, y abrió sus puertas, mostrando que existen sectores de la sociedad que son capaces de emprender transformaciones difíciles pero transcendentes.

tercera mirada es como funcionaria del Ministerio de Educación, donde la defensa irrestricta de los mandatos de la ley de Educación constituyó el referente central para la actuación del Ministro que, junto a la conducción de un diálogo fructífero entre los actores, pudo afrontar los conflictos y dilemas que se presentaron entre los sectores participantes para construir, entre todos, una salida justa y valedera. No obstante, el reto para el Estado no termina sino que recién comienza. Lo ocurrido demuestra que no basta que exista una ley, sino que es indispensable emprender medidas para concretarla.


Hecho por:Gustavo Silva Navarro

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