¿Qué es la educación inclusiva?
La inclusión educativa es un proceso que se va construyendo a partir de las buenas prácticas, la creatividad, la convicción y el compromiso de todos los miembros de la comunidad educativa y de la sociedad en general, no hay aún nada concluido o para replicar de manera exacta, por lo que se requiere de programas y servicios educativos fortalecidos que ayuden a demostrar su viabilidad, a fin de sentar las bases para comenzar a construir una sociedad verdaderamente inclusiva.
Sin embargo, es imprescindible tener muy en claro que los progresos hacia una educación inclusiva constituyen un proceso que toma su tiempo y de ninguna manera ocurrirán de la noche a la mañana y además que este cambio debe basarse en un conjunto de principios claramente articulados y que deben ser vistos desde la perspectiva del desarrollo de la totalidad del sistema educativo y del desarrollo social del país.
Hay dos razones particulares por las cuales es importante que los avances hacia una educación inclusiva no ocurran de manera aislada:
• Es difícil avanzar en una educación inclusiva cuando otros aspectos del sistema educativo y social se mantienen sin reformar y tienen efectos excluyentes, por ejemplo: exclusión en los sistemas de salud, discriminación en el acceso al empleo, inaccesibilidad arquitectónica y en las comunicaciones, además,
• Con el propósito de generar un impulso detrás del movimiento de la educación inclusiva, es más fácil crear consenso cuando la inclusión sea percibida como parte de un proceso más amplio para hacer más efectiva toda la educación o para crear una sociedad más inclusiva. Ejemplo: es mejor informar a la comunidad que la educación inclusiva mejora la calidad educativa de todas y todos los estudiantes, que decir que ésta sólo beneficia a niños y niñas con necesidades educativas especiales.
Iniciar estos cambios implica movilizar la opinión pública, construir consensos, realizar un análisis situacional, continuar modificando la legislación y apoyar proyectos educativos novedosos que pueden ser impulsados por las mismas instituciones educativas, además se requiere de recursos financieros y humanos, para esto es importante identificar dichos recursos y establecer alianzas con los actores involucrados para lograr el éxito de la propuesta.
Aunque en el Perú, existen avances a nivel de políticas y lineamientos, estos aún no se reflejan totalmente en la aplicación práctica, debido a una incipiente experiencia educativa local sobre este principio, pues son muy pocas las instituciones educativas de nuestro país que hasta el momento se encuentran desarrollando experiencias inclusivas sostenibles, que tengan como base una filosofía de transformación total, así casi la totalidad de las escuelas regulares que atienden a niños y niñas con necesidades educativas especiales lo hacen, con las limitaciones e inseguridad que les impone una falta de capacitación adecuada a sus docentes, la carencia de recursos logísticos, de infraestructura y de apoyo profesional externo, así como otras necesidades, situación que se espera sea superada de forma progresiva con acciones que no solamente provengan del Ministerio de Educación, sino principalmente con la participación de otras organizaciones públicas y privadas de la sociedad.
Ante este panorama, las instituciones educativas no pueden quedarse con los brazos cruzados en espera de recibir todo lo que necesitan, sino por el contrario tienen que replantearse la forma de realizar su quehacer, así como fortalecer su intencionalidad educativa y colocar a docentes, alumnos/alumnas y padres/madres de familia como reales protagonistas para el logro de una educación de calidad que beneficie a todos. En este sentido la Gestión institucional permitirá la concreción de los propósitos educativos de cada escuela, considerando las características de su contexto, sus particularidades y las necesidades de la comunidad y región en donde se encuentren.
Escrito por : Jorge Seminario Olaya del 7º "A"
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